Hay ciertos lazos que atan, privando la libertad, y por lo tanto impiden a las personas su evolución como almas. El desapego es no quedar ligado a las cosas materiales de la vida, sean estas un trabajo, una relación, una ciudad, una situación cualquiera.
El amor incondicional se desarrolla con el desapego. No es "querer", sino "amar." El Amor va más allá, no tiene fronteras, es impersonal, es por el bien y la felicidad del otro... Por el bienestar propio. Esa es la verdadera entrega. Para poder dar, hay que estar muy entero y muy conectado.
A veces es desgarrante sentir el desprendimiento del otro. Aprender que el desapego no es abandonar ni ser abandonados, lleva su tiempo.
Todo aprendizaje requiere un proceso.
Anónimo
Hija me encanta tu forma de filosofar. Te Amoooo.
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