lunes, 18 de abril de 2011

De vuelta al desierto



Agosto 17 de 2007.

Me recibe la ciudad del fuego.

 La sonrisa distante, los ojos cubiertos en lágrimas, un yunque en la garganta, siete kilos menos... Los pies de Nefertiti hacen contacto con las tierras áridas del fénix. El tiempo se detiene al ver la sonrisa de mi padre y queda suspendido indefinidamente. Las lágrimas vuelven a brotar de mis cristales cafés manifestando un momento dulce pero amargo; reflejando una inconformidad que con el paso del tiempo se convertitría en felicidad.

Agosto, Septiembre, octubre, noviembre... Decido hablar con el tiempo aún suspendido y le anuncio que es hora de proseguir. Había llegado la hora de abrazar mis raíces y atesorarlas en el baúl de un pasado hermoso, de invitar al desapego, de empezar un nuevo ciclo...una aventura desértica.

Hoy le agradezco al desierto: sabiduría, maduréz, intelecto, espiritualidad y amor; amor a la vida, a la naturaleza, a mi carrera, a los contados seres que hicieron click conmigo y que convirtieron mi estadía en una aventura inolvidable. Ellos saben quienes son y lo importantes que son para mi.

Abril 18 de 2011.

Menos de un día para dejar la ciudad del fuego.

Mi corazón y mi pierna izquierda arden en una hermosa nostalgia. Mi aventura desértica terminó ya que un nuevo viaje empezó. Ahora también el desierto reposa en el baúl de los buenos recuerdos... 

Y sigo soñando...MI AVENTURA APENAS COMIENZA!





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