Ella estaba
desnuda ante mí,
pero no estaba
desnuda como
quien se quita
la ropa,
su desnudez era
total
podía ver sus
miedos
sus angustias
sus tristezas
su oscuridad
difusa y atrayente,
sus monstruos
melancólicos
podía verla
completamente
sin importar
nada más,
aquel privilegio
estaba guardado
para aquella
persona que supiera llegarle al corazón
en un instante y
supiera adueñarse de el,
hasta llegar a
ser parte
de sus latidos…
Néstor Augusto
Esquivel Donato
...Sólo el gato pudo mirar a través de la
carne de Nefertiti, perforar sus huesos y llegar hasta lo más profundo de su
alma. Sólo él pudo verla desnuda y conocer el caos detrás de su sonrisa, sólo
él supo lo que ella sentía y así aquel felino pudo canalizar su energía...